Ha sido un día agotador. Pensaba que al dormir en una cama que no es la mía me costaría conciliar el sueño, pero estábamos tan cansadas que hemos dormido como troncos. Autobús hasta Alicante, avión hasta Londres y luego más autobús hasta Hastings. Tropecientas mil horas sin dejar de moverse!
A las 7 nos ha despertado el padre, David. Es un hombre muy gracioso, se pasa el rato contándonos cosas y cocina de maravilla! Está casado con Lindsay y tienen dos hijas: la mayor vive en su propia casa y tiene dos niños pequeños, y la pequeña tiene 20 años y vive aquí.
Nos hemos arreglado, hemos desayunado (uf, menudo desayuno! tostadas, mermelada de tres sabores, nutella, bollos, café, té, leche, cereales de tres o cuatro tipos...increíble) y luego a la escuela. Nos ha acompañado la hija, Jessica.
Hemos llegado a la escuela y...a dar una vuelta por Hastings! Y han salido unas fotos como estas...salimos poco nosotras pero esque vale la pena!
Después de esa vueltecilla, y sudando la gota gorda (26-27 grados este mediodía! menos mal que la brisa lo suavizaba un poco) hemos tomado el famoso "lunch": un bocadillo de jamón y queso, zumo de manzana, una bolsita de patatas fritas, una fruta y un kit-kat. Esperaba menos, la verdad.
Y luego por la tarde hemos hecho el dichoso test. Mañana nos dirán en qué grupo estamos y empezaremos las clases. Eso sí, por la tarde. Por la mañana tenemos deporte!
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